Los drivers o controladores son pequeños programas diseñados por los fabricantes de componentes.
Un driver concreto corresponde a un modelo de componente concreto (¡ojo!, modelo, no tipo) y a un sistema operativo concreto. El driver permite que ese modelo de componente funcione con ese sistema operativo y establecer algunas configuraciones del componente. Por ejemplo, en el caso del driver de la tarjeta gráfica permite establecer la resolución y el número de colores que se muestran.
Es importante resaltar que un driver no suele servir ni para otro modelo de componente ni para otro sistema operativo distinto de aquel para el que fue diseñado: por ejemplo, un driver de una webcam no vale para un modem, ni siquiera para otra webcam diferente; un driver para una tarjeta gráfica en Windows XP no vale para la misma tarjeta gráfica en Linux.
Los drivers de un componente deben venir con el componente, en un CD o DVD. Como alternativa se pueden conseguir por internet. Muchos ya vienen con el propio sistema operativo.