Los programas o aplicaciones son una secuencia de instrucciones que le indican al ordenador cómo debe hacer las cosas. Cuando se ejecuta un programa, esas instrucciones van siendo realizadas una por una gracias al hardware del ordenador.
Para poder ejecutar un programa es necesario primero instalarlo. Cuando adquirimos un nuevo programa, suele venir en un medio de almacenamiento (CD o DVD) o lo hemos descargado de internet en orma de paquete de instalación. El proceso de instalación, que siempre es automático, consiste en que el programa se copie en el disco duro en el lugar adecuado, y se establezcan las configuraciones necesarias particulares de nuestro ordenador para que se pueda ejecutar. Para esto último durante el proceso de nstalación es posible que se nos hagan algunas preguntas.
Una vez instalado, ya podemos ejecutar el programa y usarlo. Cuando se ejecuta un programa, las nstrucciones y los datos necesarios son cargados del disco duro a la memoria principal. Desde allí el procesador va leyendo las instrucciones y los datos que necesita a mucha velocidad y las va ejecutando una a una, guardando también en la memoria los resultados necesarios y activando el resto de componentes del ordenador cuando las instrucciones así lo indiquen.
Cuando concluye el programa, se descarga de la memoria. Esto significa, por ejemplo, que si no hemos guardado el resultado de usar el programa en un medio de almacenamiento, dicho resultado se perderá. Sin embargo, el programa sí permanece instalado en el disco duro.
Para volver a ejecutar el programa es necesario volver a cargarlo en la memoria. Pero no es necesario volver a instalarlo: esto sólo se hace una vez.
Por último, cuando se quiere eliminar un programa del ordenador es necesario desinstalarlo, que supone borrarlo del disco duro. Entonces ya no se puede ejecutar, a menos que volvamos a instalarlo.
Vamos a distinguir dos grupos de programa:
-El software de base o de sistema.
-El software de aplicación.